Sentado en el banco de aquel viejo bar, yo tímidamente te invito a bailar y tú sonriendoaceptándome. Bailamos bachata, merengue y boleros, hablando bajito, chocando los cuerposy así, cupido flechándome. Termina la fiesta, cada cual a su casa, yo me voy con tu carapegada en el alma y sin bien conocerte, ya te comienzo a extrañar.Tal parece que yo me acostumbre a ti en un solo día, que te ando extrañando como si hace años que te conocía.Tal parece que yo en un solo baile te entregué mi vida, tal parece que el sentimiento venció las reglas que había.Venció las reglas que había, la la la la la la.Y bailamos bachata, merengue y boleros, hablando bajito, chocando los cuerpos y así, cupido flechándome.Termina la fiesta, cada cual a su casa, yo me voy con tu cara pegada en el alma y sin bien conocerte, ya te comienzo a extrañar.Tal parece que yo me acostumbre a ti en un solo día, que te ando extrañando como si hace años que te conocía.Tal parece que yo en un solo baile te entregué mi vida, tal parece que el sentimiento venció las reglas que había.Tal parece que yo me acostumbre a ti en un solo día, que te ando extrañando como si hace años que te conocía.Tal parece que yo en un solo baile te entregué mi vida, tal parece que el sentimiento venció las reglas que había.Venció las reglas que había, venció las reglas que había, venció las reglas que había, venció las reglas que había.Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org